Se acercan los Goya… Y ya tenemos nuestra apuesta. Este año
tenemos la suerte de haber vivido muy de cerca la producción de uno de los
cortometrajes nominados al mejor corto animado del 2015.
Hace ya un tiempo, le dedicamos una entrada en nuestro blog
a esta producción, pero hoy nos gustaría volver a introducirnos en este corto: El Señor del Abrigo Interminable,
de Victoria Sahores Ripoll, producido en ESDIP, ha sido nominado en la 29ª
edición de los prestigiosos
Premios Goya.
Esta vez, le queremos dar un enfoque más personal, y saber
en primera persona como fue la experiencia que vivió Victoria, antigua alumna
de la escuela ESDIP, durante la producción de su cortometraje, y la que está
viviendo ahora, con la gala de los Premios Goya a tan solo 4 días…
Victoria nos ha dedicado un rato para contarnos como está
viviendo este momento:
Antes de nada, Victoria, muchísimas felicidades por este gran éxito. En
ESDIP estamos muy contentos de que tu trabajo este obteniendo el reconocimiento
que se merece y te deseamos muchísimos más éxitos en el futuro.
No me
puedo ni imaginar cómo sería mi cara si me dicen que soy uno de los próximos
nominados a los Goya. Cuéntanos como viviste esta noticia, como te quedaste cuando
te enteraste que eras una de los nominados a los Premios Goya.
Yo había estado toda la mañana intentando
averiguar cómo hacía para enterarme, pero estaba sin internet en mi
casa/estudio así que lo intentaba mirar con el móvil pero no podía, me estaba
poniendo bastante nerviosa. De repente suena el teléfono y era Emilio de la
Rosa (que es que con quien mantengo mucho contacto de la escuela porque es el
encargado de mover mi corto por festivales) y me pregunta que si ya tengo
vestido. El grito que pegué creo que sigue retumbando por el edificio. Y
después seguí con mi vida normal, pero muy nerviosa. Cada vez que me acordaba
se me caían las lagrimas. Creo que miré la página de los Goya como 20 veces
para asegurarme que no era todo un sueño (aún sigo mirando de vez en cuando a
ver si mi nombre sigue ahí).
Ganes
o no ganes, esta nominación supone un reconocimiento tremendo a tu esfuerzo y
tu trabajo, ¿Que ha supuesto para ti, tanto personalmente como laboralmente,
esta nominación?
Es precioso el sentir que un trabajo que
hice con tanto amor y esfuerzo haya llegado tan lejos. El encontrarme con este tipo de
reconocimientos es un aliento para poder seguir adelante y trabajar cada vez
con más y más fuerza, poner cada vez más de mi y aprender más a cada paso y con
cada nuevo proyecto.
Laboralmente de momento todo sigue un poco
igual, sigo intentando asimilar lo que significa estar nominada a los Goya.
Hace
no mucho, publicamos una entrada dedicada a tu cortometraje "El Señor del
Abrigo Interminable", de una manera más técnica, pero nos gustaría también
tener una visión más personal: ¿Cómo surgió la idea de este corto?
Fue todo bastante orgánico e inconsciente,
como me suelen surgir la mayoría de ideas. Estaba un día sentada en el césped
del parque que hay debajo del museo de ciencias naturales de Madrid dibujando y
probando un pincel nuevo e hice un dibujo muy simple, de un personaje mirando
al sol, y con una sombra larguísima detrás. Me quedé mirándolo un rato y me di cuenta que parecía un abrigo. A
partir de ahí mi cabeza empezó a volar y a divagar sobre la idea de tener un
abrigo larguísimo o interminable… de qué manera afectaría eso en mi vida, en
mis relaciones, el espacio que me rodea… en fin, todo. Y ya después vino todo lo técnico, darle a
esa simple idea un contenido, una cara, colores, materiales!
Actualmente,
la animación en stopmotion está quedando relegada a un segundo plano, en favor
de la animación 3D, ¿Por qué elegiste
esta modalidad de animación que hoy en día no es tan común como otras?
Creo que se trata de gustos, como cualquier
otra cosa, ¿Por qué estudiar lo que se lleva si no es lo que me apasiona? Creo
que la animación stopmotion siempre está ahí, aunque no haga tanto ruido y se
utiliza mucho en publicidad por ejemplo, de hecho… de 5 cortos nominados a los
Goya solamente uno es en 3D! Hay tres que utilizan el stopmotion como forma.
Cada vez que me planteo un proyecto nuevo, por más grande o más pequeño que
sea, siempre tengo la misma ilusión y la misma motivación de ponerme a trabajar.
Eso de poder tener materiales que modelar con mis manos, cortar, pintar, mover,
es un juego increíble, no lo cambiaría por nada en el mundo. Y la magia de ver
un personaje en el que estuviste trabajando durante tanto tiempo, moverse por
si solo en la pantalla!!! Magia pura.
Y para terminar, una cosa que siempre me gustó del stopmotion es que la mano
del animador se nota siempre más que otro tipo de animaciones, es casi otro
personaje dentro de la película. Sin querer, al pasar la mano cerca del césped
se creó un movimiento involuntario, que no estaba en el story ni en ningún
sitio registrado y que quedará grabado en la historia…
¿Cómo
recuerdas la producción de este corto?
¿Tenés cuatro horas? Jaja
Fue una maravilla. De principio a fin. Un proyecto que me llevó hasta límites brutales físicos y mentales y me hizo
conocer gente increíble. Una de las cosas más bonitas era el ánimo que
me daba la gente, se me acercaban chicos que no conocía a ofrecer ayuda,
o simplemente a preguntar si podían ver el estudio, a ver las escenografías…
Y me encontré también con dos profesores
que fueron mi espada y mi escudo, que luchaban como yo para poder sacarlo
adelante. Julio Pardo, profe de escultura, estuvo desde el día uno a mi lado
(de hecho desde antes, porque ya había hablado con el del proyecto cuando
estaba en segundo) y Óscar Catalán, en cuanto se enteró que había una loca
haciendo un corto en stopmotion se metió de lleno en el corto conmigo y me
enseñó todo lo que sabía y más.
Y luego recuerdo la felicidad de todos los
días al despertarme, saber que me iba a hacer lo que más me gusta hacer en el
mundo.
¿Tienes
algún proyecto en mente?
¡Si! Tengo de momento dos pequeñitos que ya
están en proceso de producción y con suerte llevarán a que otro grande llegue a
buen puerto. No puedo contar mucho porque así tiene más gracia y dejo a la
gente con ganas de seguir el trabajo que hago.
Y
por último y como pregunta obvia… ¡¡¿Estas nerviosa?!!
Estoy nerviosa por momentos… Ahora si, ¡por tu culpa!
Muchas gracias Victoria, te deseamos lo mejor tanto en los
Goya, como el tus próximos proyectos. De momento, este sábado estaremos todos
cruzando los dedos en el salón de casa
para que seas tú quien suba al escenario a recoger el galardón.
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